Arquitectura: del Plateresco al Escorial.
Escultura: los primeros imagineros: Berruguete y Juni.
Pintura: El Greco.
El Renacimiento italiano nace en los inicios del siglo XV (el "Quattrocento" o Renacimiento temprano) y consigue esplendor en el siglo XVI (el "Cinquecento": alto Renacimiento hasta 1520, fecha de la muerte de Rafael, y Manierismo posteriormente) contribuyeron a la transición entre la Europa medieval y la Edad Moderna.
Las intensas relaciones que España mantenía con Italia permitieron que la esencia del Renacimiento se extendiera a lo largo del siglo XVI.
El Renacimiento en España se mantiene bajo la nobleza, la Corte y la Iglesia, quienes establecerán las necesidades del arte. La arquitectura del Renacimiento español se estructura en tres períodos: Estilo Plateresco, Estilo Purista o Clasicista y Estilo Herreriano:
- Estilo Plateresco: Primer Renacimiento. En la primera mitad del siglo XVI. La característica fundamental es el exceso decorativo, que combina elementos italianos con otros hispanos: medallones, escudos, balaustradas y figuras humanas, animales o vegetales…, se conjugan con habilidad y cubren las superficies de los edificios hasta desdibujar sus originarias líneas puras. Las obras arquitectónicas y los artistas más significativos del Estilo Plateresco son los siguientes: El Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, de Pedro Gumiel o La Fachada de la Universidad de Salamanca, de autor anónimo: se divide en tres cuerpos por encima de dos arcadas, en el primero aparece un medallón con los Reyes Católicos y una inscripción en griego, en el central se encuentra el escudo imperial de Carlos V, y en el superior se halla la figura del Papa con dos cardenales;
- Estilo Clasicista : El Clasicismo Renacentista. Se caracteriza por un retorno a las formas clásicas, al gusto italianizante, por una implantación de las formas que han definido al Renacimiento italiano. La principal preocupación se centra en los espacios. Se imponen los arcos de medio punto, los almohadillados en los muros y los edificios adquieren un aspecto más sereno, armónico y equilibrado. La decoración, pasa a ocupar un segundo plano, sólo cubre puertas y ventanas. Las obras y artistas más significativos son: La Fachada de la Universidad de Alcalá de Henares, de Rodrigo Gil de Hontañón, El Palacio de Carlos V de Granada, de Pedro Machuca: representa la introducción del clasicismo italiano en la arquitectura civil española, y La Catedral de Granada, de Diego de Siloé: comenzada por Egas en estilo gótico, Siloé tuvo que buscar un sistema moderno que se adaptara a sus elevadas proporciones convirtiéndola en uno de los edificios más destacados del estilo renacentista español.
- Estilo Herreriano: arquitectura del Bajo Renacimiento Español. Este estilo ocupa el último tercio del siglo XVI, bajo el reinado de Felipe II. El nombre que recibe el estilo deriva de Juan de Herrera, autor del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial: edificio monumental que representa la grandeza del Imperio español y de su rey.
La escultura del Renacimiento español es de gran originalidad por el fuerte sentimiento religioso y la expresividad en los materiales empleados: destaca la madera policromada con la técnica del estofado, en la que se aplica una fina capa de pan dorado y luego se pinta encima y se raspa para que se vea el dorado.
Fancelli fue uno de los italianos que más contribuyeron a la introducción y difusión del Renacimiento italiano en España, de formación florentina Los Sepulcros de los Reyes Católicos en la Capilla Real de Granada.
Alonso de Berruguete es el artista más representativo de esta etapa. A pesar del estudio que realizó de las obras del Renacimiento italiano su obra escultórica se caracterizará por los rasgos expresivos y dramáticos. Supo canalizar esta búsqueda por medio de esculturas policromadas de volumen alargado. Obras: La Sillería del Coro de la Catedral de Toledo.
Juan de Juni. Al analizar su obra se observan sus raíces francesas y la influencia que recibió de Miguel Ángel. Se caracterizó por sus figuras polícromas de gran tamaño, impregnadas de dramatismo, de gesticulación casi teatral y composiciones agobiadas por la falta de espacio, que inician el Manierismo.
El Greco, es el mejor pintor del Manierismo Español, se dirigió a España, donde pasó un tiempo en Madrid, atraído por la Corte de Felipe II y la posibilidad de trabajar en El Escorial. En su obra se produce la fusión de las formas iconográficas bizantinas, con el colorido de la pintura veneciana y la religiosidad española, creando un nuevo lenguaje artístico de rasgos estilísticos muy personales. Características:
Sus figuras son muy alargadas, delgadas y con grandes paños flotando a su alrededor, la gran expresividad y misticismo, las figuras parecen ser impulsadas hacia lo alto; los colores dominantes pasan al dominio de los más fríos e irreales; su técnica es libre y abocetada; etc.
Sus obras más importantes fueron:
El Expolio,
El entierro del Conde de Orgaz,
El caballero de la mano en el pecho, La Trinidad, El martirio de San Mauricio...
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