miércoles, 4 de abril de 2012

Tema 11. La nueva iconografía paleocristiana: la pintura de las catacumbas. La cristianización de la basílica.

La nueva iconografía paleocristiana: la pintura de las catacumbas. La cristianización de la basílica.

El arte paleocristiano es el arte cristiano primitivo que se desarrolla a lo largo de los siglos III, IV y V en los territorios del Imperio romano. La aparición y difusión del cristianismo provocó la profundización de la crisis en la que se encontraba el imperio.
 En el arte paleocristiano se distinguen dos etapas:
  1. antes del 313, etapa de clandestinidad, en que el Cristianismo fue perseguido hasta el Edicto de Tolerancia de Milán (313), proclamado por el emperador Constantino tras su cambio, que daba la libertad a los cristianos;
  2. a partir del 313 el cristianismo salió a la luz y pudo expansionarse. El emperador Teodosio lo declaró religión oficial, desarrollándose por los Imperios de Oriente y Occidente.
  • Antes del 313, apenas puede hablarse de una arquitectura cristiana debido a la persecución que sufrían los cristianos y con los pocos recursos económicos que contaban. Sólo destacan las catacumbas o cementerios cristianos excavados en las afueras de las ciudades. Estaban formadas por estrechas y largas galerías subterráneas con nichos excavados en sus paredes, que a veces tenían arcos de medio punto para señalar el enterramiento de algún personaje importante. Los espacios más amplios en los cruces de pasillos se llamaban cubicula. Las más famosas catacumbas se hallan en Roma: San Calixto, Santa Inés, San Sebastián, etc.
  • Apartir del Edicto de Milán, 313, la situación cambió al salir de la clandestinidad y tras el cambio en religión oficial naciendo una nueva arquitectura eclesiástica. Al no poder tomar como modelo los templos paganos, los cristianos adaptaron la planta de la basílica romana para darle un uso religioso. Surgieron las basílicas o templos cristianos, edificios para el culto y la reunión de los fieles. La planta de la basílica era longitudinal. Estaba precedida del atrio o patio cuadrangular porticado, con una fuente en su centro para las abluciones, y de un nárthex o vestíbulo destinado a los catecúmenos. La basílica constaba de  – tres o cinco-  naves de diferente altura y separadas por columnas con arcos de medio punto; la nave central, más ancha y alta que las laterales y con ventanales, se abría con un gran arco triunfal (septum) sobre la nave transversal. La techumbre era de madera. Las naves laterales sustentaban galerías reservadas para las mujeres- matroneu. La cabecera, llamada ábside, era semicircular; adosado a la pared estaba el presbiterio, con asientos reservados para los sacerdotes, la cátedra del obispo estaba en el centro. En el centro del ábside se hallaba el ara o altar.                                    Las basílicas más importantes son San Juan de Letrán, San Pedro y San Pablo Extramuros y Santa Maria la Mayor en Roma,  creadas por Constantino. Y en Constantinopla Santa Irene y los Santos Apóstoles.
     Otros edificios paleocristianos eran de planta central.
    • El baptisterio, que podía estar adosado a la basílica, era de planta octogonal y contenía una gran pila bautismal.
    • Los martyria, para conmemorar a los mártires, y los mausoleos de tipo funerario eran de forma circular y cubiertos con cúpula;
    • Derivaban de los mausoleos paganos. El más famoso es el de Santa Constanza en Roma.
    En las artes figurativas los cristianos adaptaron los temas del arte romano, pero les dieron un nuevo significado y una finalidad didáctica para instruir a los creyentes.
    En las pinturas al fresco de las catacumbas se inicia una iconografía cristiana que tendrá su desarrollo en el arte medieval. Los temas más frecuentes eran Cristo como Buen Pastor - inspirada en el Moscóforo clásico-, Orfeo, el Orante con los brazos y los ojos alzados al cielo, la paloma, el cordero, la vid y el pavo real, pero estas formas paganas se cargaron de un nuevo simbolismo. También había temas inspirados en la Biblia, en el Antiguo Testamento, como Jonás, Daniel en el foso de los leones, el sacrificio de Isaac, más tarde se incorporaron temas del Nuevo Testamento, como la adoración de los Magos o las Bodas de Caná. El Crismón, anagrama de Cristo, y el pez que recuerda el nombre de Cristo en griego (Ichtus), eran muy usados. Las formas pictóricas eran, sencillas, planas, sin perspectiva ni paisajes, ya que se buscaba la expresión de la fe cristiana y la esperanza en la salvación del alma. Con la Iglesia triunfante tras el 313 la pintura alcanzó un gran desarrollo en las basílicas paleocristianas, mostrando la iconografía y el nuevo estilo.
    Se cubrieron las paredes con mosaicos, técnica copiada de los romanos, realizando dibujos con teselas de vidrios y mármoles de intensos colores, en los que predominaba el oro – relacionado con la luz divina.
    La escultura tuvo poco desarrollo. A partir del siglo IV en bulto redondo destacaron las figuras del Buen Pastor Moscóforo y Cristo sedente, que presenta a Cristo imberbe como maestro. Más importantes son los relieves de los sarcófagos que pueden ser de tres tipos:
    - de friso continuo, en ocasiones con dos bandas superpuestas,
    - columnados, con escenas
    -  figuras entre las columnas, estrigilados.

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