martes, 24 de abril de 2012

Tema 36.- La pintura barroca. El naturalismo tenebrista: Ribera y Zurbarán. Realismo Barroco: Velázquez y Murillo.

La pintura barroca. El naturalismo tenebrista: Ribera y Zurbarán. Realismo Barroco: Velázquez y Murillo.


En la pintura barroca española se da la influencia de la pintura italiana.
Características: gran naturalismo, realismo, sencillez, no hay movimiento, preocupación por la profundidad, luminosidad, temática religiosa. Destacan los temas religiosos, mitológicos, y en el s. XVIII tienen mas importancia los temas profanos que los religiosos.
José de Ribera recibe influencia de Caravaggio. Primero sus obras son tenebristas; Después su pintura es menos densa, la luz más dorada y se aclarando los fondos. San Andrés: trabajaba en ambientes humildes, cuerpos arruinados por la vejez o el hambre, representa el naturalismo.
Francisco de Zurbarán,  El Socorro de Cádiz. Su pintura, evoluciona hacia formas más delicadas, recibe influencia de Velazquez. San Hugo en el refectorio de los Cartujos: falta la profundidad destaca el equilibrio; toda la atención se aplica a los rostros y manos, que adquieren expresividad, destacan los ropajes. 

Bodegón: composición sobria y sencilla, distribuyendo los objetos representados en fila sobre una mesa.
Velázquez. Consiguió la perfección, un fuerte realismo, el sentido del equilibrio y elegancia, detallismo, evoluciona la manera de aplicar el color.
La luz además de iluminar y dar volumen a los objetos, también da la sensación perspectiva. Además de usar temas ser  mitológicos y religiosos, usa paisajes, desnudos o retratos.
1ª etapa
La vieja friendo huevos, destaca la técnica del claroscuro tenebrista y un gran realismo, los protagonistas son los utensilios. El aguador de Sevilla, tema costumbrista, representación alegórica de las tres edades del hombre, el aguador, un anciano, ofrece una copa con agua a un chico joven, copa que representa el conocimiento; destaca el rostro entre tinieblas del segundo plano, en los que los contornos aparecen difuminados. La Adoración de los Magos: Episodio evangélico, sobre un fondo crepuscular los personajes; destacan el interés por el claroscuro, la calidad táctil y la descripción detallada de objetos y texturas.
2ª etapa: 
Felipe IV: Retrato oficial de Felipe IV, con los elementos clásicos del retrato cortesano; el dominio espacial, consigue la figura en una estancia indefinida. Los borrachos: de tema mitológico, naturalista.

3ª etapa
La fragua de Vulcan, de tema mitológico, , Paisajes de la Villa Medici: En estas composiciones, denominadas también “La Tarde” y “El Mediodía”, convierte al paisaje en el  protagonista, destaca la pincelada libre, impresionista.
4ª etapa: 
Cristo crucificado: destaca en su composición la serenidad, la belleza y la perfección formal, no recurriendo ni a exageraciones ni patetismos, 

La Rendición de Breda, destaca el paisaje del fondo, en el que dominan los tonos plateados, verdes y azules.


Retrato ecuestre del Conde-Duque de Olivares, destacan la minuciosidad de las calidades de las telas, los detalles de la armadura, el fondo de paisaje de tonos plateados, azules y verdes, aplicados en largas pinceladas, rápidas.
5ª etapa:
Retrato de Inocencio X: retrató al papa, captando fielmente su fisonomía, psicología
y carácter, La Venus del espejo: Uno de los más hermosos desnudos femeninos de la pintura universal, con originalidad, refinamiento y elegancia.

6ª etapa: 
Las Meninas, representa a la familia real en el momento en que les está realizando un retrato,
Apareciendo su propia imagen, aunque en realidad se trata de un retrato de grupo de la Infanta Margarita y sus damas de honor; Destaca el manejo de la luz, que ilumina la escena desde las ventanas laterales y desde la puerta del fondo, el naturalismo, etc.,
Las Hilanderas: de temática mitológica en el que se representa la competición entre la diosa Minerva
y la tejedora Aracne; traslada la escena al interior de un taller de tejedoras y representa una escena
costumbrista en primer plano y una escena mitológica al fondo.


Como pintor de final de siglo, encontramos en Sevilla a Murillo. En sus obras embellece la realidad y se produce el triunfo del sentimentalismo. La temática es religiosa, de carácter familiar y tierno; también trató temas costumbristas. Destaca el colorido, se dan formas más difuminadas y le interesa menos la composición. La Sagrada Familia del pajarito, La Inmaculada Concepción de los Venerables, Niños comiendo melón y uvas, Niños jugando a los dados.

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